Afilada Emily

Emily Allabert era una hermosa joven de cabellos castaños, una chica a la que todos tomaron cariño y desearon en algún momento pero solo dos hombres cautivaron el corazón de la mujer, a sus 17 años conoció a Jake, un joven de su misma edad que se estaba comenzando a formar siendo un mero ayudante de leñador, los jóvenes se enamoraron locamente y no tardaron en casarse y a sus meros 18 años conocieron a otro hombre,Bryan, el hijo de ambos, Emily se convirtió en la ama de casa perfecta, todo el pueblo la conocía y si preguntaba alguien por ella sin duda alguna solo hablarían alago de esta. Pero, el pueblo donde ella vivía fue atacado por youmas, esta permaneció en el interior de su hogar debido a lar ordenes de su marido que salio para saber lo que ocurría en el exterior.

No tardo en entrar por la ventana el cuerpo ensangrentado de su marido sin vida, ella corrió con su hijo intentándolo esconder en uno de los armarios del hogar, uno de los youma entro en el interior del hogar caminando hacia su dirección, el hacha de leñador no tardo en descansar entre las manos de la mujer y clavarla en el hombro de la bestia la cual lanzo con un manotazo al otro extremo de la habitación a Emily. Algo mareada por la fuerza del golpe intento levantarse para defender a su hijo pero no tardo en sentir un gran y doloroso golpe en su estomago, su cuerpo estaba atravesado por una de las mano de la bestia, el niño salio del armario gritando -Deja a mi madre-

El impacto de la situación provoco que la bestia girase la cabeza hacia el niño,-huye...- dijo la mujer a la que soltó la bestia, el niño salio por la puerta de la casa perseguido por el ser mientras su madre se arrastraba sin fuerzas hacia esta, no pregunten como ya que nadie podría saber como esa mujer pudo llegar a la puerta de su hogar, alli solo vio muerte y destrucción pero ni rastro de su hijo, no tardo en perder el conocimiento.

Extrañamente cuando despertó se encontró en el cuartel de la organización, su estado no era perfecto pero si mejorable, los de su alrededor discutían sobre la posibilidad de hacerle algo, algo que le daría la capacidad de derrotar a esos seres pero otros decían que en su estado era imposible que lograra pasar dicho poder en su interior -háganlo...- Fueron las palabras que salieron de los labios de la mujer de 18 años, uno de los que se encontraba allí la miro y le afirmo -el dolor que experimentara sera inimaginable, sera tal que su pelo perderá color alguno- la mirada que lanzo al individuo demostraba algo que en su vida había visto, la vida de dichos ojos era casi nula pero aun asi tenia tantos sentimientos en su interior, odio, rabia, ira. -Aun no existe objeto, ser o cosa que iguale el dolor que se siente al perder a un hijo y no poderlo defender, quiero que hagan lo que deban de hacer, da igual las consecuencias- Fue lo que dijo la mujer.

El tratamiento comenzó y los gritos se ahogaban, su resistencia era algo muy poco visto en personas que se convertían, y aun teniendo las heridas pudo aguantar convertirse en esto, pero dio igual el dolor que sufrió puesto a que hay algo mas importante en su vida, su hijo.