Una nueva Empresa

Así que finalmente la ciudad de Ilisius se podía ver a la vista...sin embargo quien la observaba no era nada mas y nada menos que un enemigo mucho mas poderoso y cruel que los mismos humanos o Yomas, era alguien (o algo) que deseaba tenerlo todo, que el mundo caiga en sus manos así como una simple pieza de ajedrez. No seria fácil. Antes debería conseguir aliados para su colosal tarea.

Durante años Alexandra permaneció oculta entre cuevas y montañas, matando animales o atacando de manera esporádica a las caravanas de comerciantes humanos que pasaban cerca sin siquiera notar su presencia por los guerreros Claymore de la zona. Había pasado demasiado tiempo para que tomaran a Alexandra como una seria amenaza por lo que seguro la Organización ya se había olvidado de ella….y ahora estaba de vuelta. De vuelta nuevamente en el mundo real para reclamar por derecho de poder lo que era suyo: Todo.

El pueblo de Ilisius estaba infectado de Yomas por lo que no le seria muy complicado hallar a varios para que le ayudasen. De esa manera adopto su forma humana (Una simple muchacha de cabellos blancos) y se dispuso a caminar por la calle principal observando todo el paramo destruido a su alrededor con cierta malicia en sus ojos. Ni siquiera se preocupó demasiado por ocultar mas su Yoki, tarde o temprano seguro algún Yoma se le posaría enfrente.

“Humm…un pueblo abandonado a su suerte por la organización…”

Se dijo mentalmente mientras miraba la alcaldía en completas ruinas y aun con restos de sangre en sus escalinatas de entrada. Todo porque quizás el pueblo se había negado a pagarle a la organización por sus servicios….o quizás había una trama mucho mas oscura detrás. Quizás le preguntaría a algunos de los aldeanos que quedaban aunque los pocos que quedaban estarían escondidos ya debajo de su cama temiendo ser devorados por la infección Yoma.

-por…por favor vete no es seguro aquí-

Y esa voz de donde provenía? En ese momento la Kakuseisha se giro hacia atrás y observo una jovencita morena de 14 años con un rostro lleno de temor. Vaya que le sorprendía ver a humanos tan bellos escondidos en sitios como este!. Entonces la mujer albina sonrió con malicia y se acerco a ella.

-No hermosa no me iré. Ahora mira bien-

Y en ese momento aumento su Yoki en un 10% y toda la piel de su brazo derecho fue reemplazada por una piel negra, escamosa y cálida casi parecida a la piel de una serpiente mamba negra.
-No…por favor no!- La joven trato de escapar pero Alexandra la tomo fuertemente del cuello (sin apretarlo demasiado) y la arrincono en la pared.

-Shhhh Shhhh tranquila… te propongo un trato. Se mi esclava, diviérteme, sírveme, compláceme y te dejo vivir. Niega mi oferta y serás mi comida. O mejor aun…te dejo atada aquí mismo para que los Yomas se deleiten contigo. ¿Qué dices? Tomaras el camino correcto no?-

Y su rostro olfateándola. Ya podía sentir el sabor de la carne humana por sus labios si decía que no. En caso contrario, bien le serviría para otros propósitos mucho mas útiles.

-S-Si…seré…tu esclava-

El miedo era tanto que quizás no tuvo otra salida. Ahora mismo no estaba enterada de lo que tendría que vivir el resto de su vida pero antes de pensar que hacer con ella algo paso: Varias presencias de Yomas parecían acercárseles, curiosas de saber lo que pasaba o tal vez con apetito. Solo faltaba esperar un poco mas.